Anduve por Posadas y por San Ignacio con Mariana. Todo muy lindo; todo muy tranquilo; todo muy barato.
Mi hermano Julián se rasga las vestiduras con "cómo que no fuiste a las Cataratas!"... la respuesta es No fui... realmente no me atraen como para cambiar descanso por un poco más de turismo.
A los 15 descansar es igual a perder el tiempo... a los 28, tengo que reconocer que descansar es uno de esos pocos momentos de gloria individual donde uno tiene tiempo de recargar las pilas para seguir un poquito más.
Fueron tres días de descanso y despreocupación. Dos cosas difíciles de conseguir en estos tiempos.
Las cataratas seguirán ahí mientras yo viva.
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