Ayer, cuando salí del ciber, el día soleado había cambiado por una tarde lluviosa y gris, pero como estaba perdido, tenía que seguir caminando por la ciudad, esquivando charcos y sacando alguna que otra foto.
Y hablando de lluvia, acá en Uruguay, cuando llueve, la tradición ordena que hay que hacer tortas fritas (sólo si llueve, para los más rigurosos), así que empezaban a verse puestitos callejeros de preparación y venta de tortas fritas, empanadas y pastelitos. Aproveché a comprar unas cuantas tortas fritas para acompañar con mates en lo de Daniel.
Luego de dar unas vueltas, llegué al Palacio Legislativo (muy parecido a nuestro Congreso, pero sin cúpula) y allí me llamó la atención un grupo de jóvenes con una gran pancarta cortando la calle. Al irme acercando, me dí cuenta que no cortaban la calle, sino que la ocupaban cuando el semáforo estaba en rojo. Cuando llegué al grupo, resultó ser que era un Club Leo (agrupación juvenil del Club de Leones) realizando una actividad en contra del SIDA, principalmente mostrando la pancarta y repartiendo cintitas rojas.
Me acerqué a los chicos y les pedí sacarles una foto con la pancarta y luego charlar un poco con ellos, darles un par de señaladores de TIG y pedirles algo de info, a lo que me remitieron a su página web: www.leosdeluruguay.net
De ahí, ya me ubicaba como para tomar mi colectivo de regreso, mientras anochecía en la capital uruguaya.
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