¿Hola, qué tal?

Primer post del 2015 y el primero tras un montón de meses sin publicar nada. 2014 fue el año de lo inesperado. Muy malo, terriblemente malo, en muchos sentidos, y bueno en algunos -que permitieron seguir adelante, a pesar de los golpes y caídas.

De los malos no voy a hablar. Están demasiado frescos, presentes, como para escribir algo. Los más cercanos saben exactamente de qué hablo.



Algunas cosas resaltables de 2014:

  • Me fui a vivir a Almagro (Palermo Lumpen, más precisamente, como lo bauticé). Toda una experiencia. Hacerme cargo del cuidado total de un departamento. Limpiar, lavar, cocinar, arreglar, ordenar... Volver a Capital fue una gran cosa. Estar a pocos minutos del trabajo es impagable.
  • Aprendí a cocinar un montón de cosas: desde tartas y empanadas a pizza casera, un delicioso pastel de papas, cachapas venezolanas y hasta una espectacular tarta de ricota (con la ayuda de mi vieja), entre otros platos. 
  • Empecé a ir al gimnasio casi diariamente y bajé un montón de kilos. Cuesta, pero se notan los cambios.
  • Mi vieja mejoró en su cuadro de fallo renal y pudo hacer una vida casi normal. 
  • Paseé por La Plata, Santa Fe, Chascomús y Córdoba (subí y pernocté en el Uritorco).
  • Estuve mucho con mis amigos y amigas.
  • Me dejé el bigote.
  • Y, de grandiosa yapa, ¡pude visitar Machu Picchu!

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